LA HISTORIA DE RAFA SANZ

Hace unos días me comentaba un lector de este blog, que tengo cierta obsesión con Rafa Sanz, ex técnico del Tenerife Rural y que además nunca le dije a la cara lo que pensaba de él. En lo primero se equivoca claramente, en lo segundo tiene razón, aunque trataré de explicar cuál es la razón.

Durante su etapa como técnico del Tenerife Baloncesto, siempre mantuve una relación correcta con Sanz. No era tan cordial y cercana como la que tengo a lo mejor con Iván Déniz o Alejandro Martínez, o como la que tuve en su día con Paco García, pero sí existía una relación correcta fruto de la cual hablábamos de vez en cuando,y le entrevistaba habitualmente en mi programa de COPE. En su primera etapa en La Palma sí protagonizó un "episodio" en un partido en León bastante lamentable aunque como en aquel entonces no tenía el gusto de conocerle pues no afectó a su llegada a Tenerife.

Tenía el cordobés un inopinado gracejo vodevilesco, lo que hacía que sus ruedas de prensa semanales, fueran jugosas en titulares periodísticos, de esos que decimos en la jerga "que venden". Sin embargo, se le venía venir de lejos, y en algunas ocasiones, lo gracioso dejaba de serlo para convertirse en inapropiado, pese a lo cual, nunca se pasó de un cierto límite. Sí recuerdo que en una ocasión le manifesté mi desacuerdo en una entrevista, por como trataba a los jugadores vinculados ( yo tenía información muy exacta sobre el tema ) y no le gustó demasiado, aunque la cosa no pasó a mayores.

Sin embargo el punto de inflexión llegó con el famoso partido del Ríos Tejera. Durante la semana mantuvo una actitud chulesca y provocadora ( lo de llamar La Laguna al Canarias era un intento de torpedear el sentimiento del rival ) lo cual ya fue un mal comienzo, aunque por sí sólo no habría sido excesivamente grave, pero desde luego que lo fue, el numerito dantesco y patético, que montó en el último minuto y al final del partido, con insultos y lanzamiento de banderín incluido. En ese momento pedí públicamente su destitución, porque creí, y sigo creyendo, que por imagen, no podía seguir ni un día más defendiendo los colores del Tenerife Baloncesto.

A partir de ese momento, el personaje dejó de interesarme absolutamente y no volví a entrevistarle nunca, ni siquiera este año cuando ha jugado frente al Tenerife o al Canarias. El partido se jugó en Febrero y en esos tres últimos meses no volví a hablar con él, porque me pareció tan grave, que para mí no era serio que fuera entrenador de un equipo que lleva el nombre de mi isla. Acierta el lector como dije al principio, en que nunca se lo he dicho a la cara, pero matizaría yo que no he tenido oportunidad para hacerlo. No dudes amigo lector, que si llega esa oportunidad lo haré, aunque la verdad, el tiempo pasa y supongo que cierra heridas.