jueves, 4 de septiembre de 2008

MIguel y yo




Cuarenta minutos de entrevista con Miguel Concepción.Cuarenta. Son suficientes para darme cuenta de que el presidente del C.D. Tenerife ha cambiado en algunos aspectos desde que aquel 15 de febrero de 2006 tomara posesión de su cargo. El mandatario blanquiazul piensa detenidamente antes de responder, razona sus respuestas con argumentos de mayor calado y en líneas generales, creo que está empezando a descargar de trabajo a un dircom, que hasta la fecha preparaba sus intervenciones públicas con absoluta minuciosidad. Digamos, que en materia de entrevistas presidenciales estamos en un momento de equilibrio entre dos extremos. En uno, teníamos al fallecido Javier Pérez, todo un maestro en estas lides, que planteaba este tipo de citas casi con una partida de ajedrez, en la que intentaba dar el jaque mate al periodista. Sobra decir que para el entrevistador era apasionante cada encuentro con Javier, de hecho, creo que solamente he entrevistado a dos personas (cada una en su estilo) a la altura del ex presidente blanquiazul: Javier Clemente y Jorge Valdano. En el otro extremo, Víctor Perez de Ascanio, que cuando se le calentaba la boca era un torrente irrefenable. Eran otros tiempos, donde la política de comunicación del club no estaba tan claramente delimitada como ahora. En cualquier caso, entre Víctor y yo existía un gran feeling, y eso lógicamente se notaba en el resultado final. Es Miguel Concepción por tanto, el punto de equilibrio entre esos dos polos opuestos,teniendo en cuenta que los silencios del actual presidente dicen mucho más en ocasiones que cualquier batiburrillo verbal del pasado. Como dijo una ex-portavoz del consejo de infausto recuerdo, aqui hay que saber manejar muy bien los tiempos, y en eso Miguel ha adquirido un bagaje importante en este tiempo que lleva al frente del Tenerife.

Lo que algún día espero me explique el presidente, es lo del por qué no mirar a los ojos del entrevistador, algo que hasta la fecha no termino de entender demasiado. También es verdad, que Julio Iglesias canta con los ojos cerrados para no mirar al público, y a mi, la verdad , a pesar de los vacilones de mis amigos, me encanta el cantante de Me va,me va,me va, me va.....

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