Siempre es agradable viajar hasta Alicante, un lugar, muy visitado en las últimas temporadas por el Tenerife, y los periodistas que acompañamos a la expedición de forma habitual. Gracias a la presencia de varios equipos de esta provincia y de la vecina región murciana (Hércules,Ciudad de Murcia,Murcia,Alicante,Elche o Lorca) pasamos por allí unas cuatro veces de media al año. Alicante, creanme los que no conocen esta ciudad, es lo más parecido a Santa Cruz que he visto en el territorio peninsular: clima parecido (aunque el nuestro es mucho más suave en invierno), ciudad abierta al mar y que crece a partir del mismo hacia arriba con interminables cuestas, y una marcha nocturna que para sí quisieran otras capitales mayores.
En esta ocasión viajé el día después del equipo, con madrugón incluído y una pesada (en femenino) guardia civil que me amargó la mañana por su exceso de celo en el control de seguridad. Nada más llegar al hotel, a eso de las dos de la tarde del sábado, me encuentro a Culebras en la recepción, recién terminado el almuerzo del grupo, con el periódico Expansión debajo del brazo, como es habitual en un futbolista siempre bien informado en todo lo que ocurre más allá del deporte. Lo veo muy animado, a pesar de que en el ambiente ya flotaba la posibilidad de que en esta ocasión podía quedarse fuera del once. La conversación queda interrumpida por un futbolista del Alicante, que está concentrado en el mismo hotel del Tenerife y que esa misma tarde, empató a cero frente al ex-equipo de Jose Luis Oltra, el Castellón.
Suena obvio y quizás hasta redundante comentar que a Oltra le quieren en toda la Comunidad Valenciana. Le saludaron muy cariñosamente en el Hotel, por la tarde en el partido entre estos dos equipos, al que acudió la totalidad de la plantilla con el Mister al frente y por supuesto, al día siguiente en Altabix, que diría mi querido David Amaral. Le pese a quien le pese, el técnico de nuestro equipo es un hombre con carisma, y que además se deja querer, y eso se nota cada vez que venimos a las tres provincias del levante español.
Elche está a casi 20 kilómetros de la capital, Alicante. Antes de salir hacia el Martínez Valero, a las diez de la mañana,vi la estampa del prepartido: me encuentro a Ricardo sentado en las escaleras de la entrada del hotel, pensativo, muy pensativo. Le espeté un "hoy es el día, seguro que ganamos" y me contestó con la mirada perdida y absolutamente absorto en sus pensamientos un "seguro que sí". En ese momento me dí cuenta de que Ricardo ese día iba a ser titular. Era la imagen de la responsabilidad hecha persona.
El estadio ilicitano es un escenario vetusto que ya nos conocemos de memoria. Todos los años nos recibe "Popeye", aunque yo más bien lo llamaría Torrente por su gran parecido con el personaje de Santiago Segura. Hablo de un personaje entrañable allí, en Elche, por lo que me cuentan, un hombre con un "pequeño" retraso intelectual que vive los colores de su equipo como nadie y que representa desde su mundo, la quintaesencia del compromiso de la grada con un equipo. Del partido, ya hablamos en otro apartado de este blog, aunque me quedo con los gestos : la no celebración de Nino, las sonrisas de Oltra en la Sala de Prensa (¡por fin!) y y el rostro de satisfacción presidencial en la entrevsita que concedió Miguel Concepción a todos los oyentes de la COPE.
Pero también me quedo con la alegría de estos cuatro aficionados, si , cuatro, que de vacaciones en Alicante, no quisieron perderse la fiesta blanquiazul. Aunque para fiesta, el regreso, cuan diferente a los de los últimos meses. La mujer del presi no paraba de bromear mientras Miguel mantenía una interminable conversación con Marc Bertran en el Aeropuerto de Alicante, Santiago LLorente me dedica la mayor de sus sonrisas en nuestro encuentro ( no furtivo que nadie sea mal pensado ) en el baño del aeropuerto y por pasar, hasta dejamos facturar primero a la expedición del equipo filial de la UD Las Palmas que venía de perder en Cartagena. Todo ello adrezado, por supuesto, por la larguísma e inacabable partida que psp en ristre y via bluetooth, disputaron dos compañeros de los medios, Pablo Albelo y José Antonio Felipe al Pro evolution Soccer, y que debió concluir con el resultado de 90 a 70 ( o algo así ). Esto es todo por hoy, que en Vigo contaremos más cosas entre cigala y cigala .....
P.D. Si visitan Alicante no dejen de probar el helado de turrón de Gijona, es indescriptible.
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