No me resistí a escuchar esta mañana a Gonzalo Arconada, nuevo entrenador del C.D. Tenerife en su presentación ante los medios. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, y en el corto espacio parece un hombre serio a la par que educado y amable. Otra cosa es su filosofía futbolística y los objetivos con los que abre el fuego a su trabajo, unos objetivos que dependerán como se comentó en la mañana de hoy de la permanencia en la plantilla de jugadores como Nino y Bertrán, pero que en cualquier caso, debe pasar necesariamente por el ascenso de categoría. Un vocablo, el de ascenso, que pronunció en tan sólo una ocasión en los casi 40 minutos de comparecencia, aunque para declararse ambicioso y ganador , y para dejar claro que no le da miedo el reto de volver cuanto antes a primera y que lo asume como tal. Buen comienzo.
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