Vaya como se ha complicado la vida el Tenerife. Cuando parecía que esta era la jornada propicia para abandonar los puestos de descenso, el equipo volvió a salir relajado, y víctima de un media hora pésima terminó derrotado en el Calderón. Las cuentas son ahora bien sencillas: con margen de error cero, hay que ganar los dos de casa y en función de los resultados esperar a ver que pasa en la última jornada en Mestalla. Posiblemente haya que ganar allí, pero con el calendario del Málaga, podría valernos el empate, con permiso del Valladolid de Clemente.
¿ Imposible ? En absoluto. Ganar a un directo rival como el Racing, y a un Almería que no se jugará nada, es lo mínimo que se puede pedir, y a partir de ahí será la jornada final la que decida. Todos tenemos la sensación de nueva ocasión perdida, pero supongo que hay que reactivarse, y pensar en seguir vivos, porque si no le ganamos al Racing estaremos prácticamente de vacaciones. Si quieren consolarse, piensen que el Sporting va la Rosaleda con el cuchillo entre los dientes. Igual el domingo a las 8 de la tarde estamos fuera de puestos de descenso. ¿ Quién sabe ?
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