La reflexión esta semana debe caminar por los mismos derroteros que en las anteriores, no en vano el C.D. Tenerife superó con claridad a un gallito como el Valencia,propuso argumentos sobre el tapete, llevo la iniciativa, fabricó hasta seis ocasiones claras... pero no marca, y así es imposible. Nada se puede reprochar hoy al once de Oltra, salvo su falta de puntería, y parece evidente que jugando así los resultados tienen que llegar, pero el problema es que ya han pasado 19 jornadas, que es justamente la mitad del campeonato.
Calculadora en mano, el Tenerife debe lograr en la segunda vuelta los 17 puntos de la primera, más otros 10 para llegar a 44 y respirar tranquilos. El objetivo no es fácil, pero como ya he dicho en otras ocasiones, sólo queda mejorar en la segunda parte del campeonato los registros conseguidos por el Tete fuera de su terreno de juego. Cierto es el argumento esgrimido por Oltra de que el año pasado los tres últimos de la primera rueda del campeonato permanecieron al final de liga, pero estadísticamente parece muy díficil que se repita una situación parecida.
Me gustaría cuando menos destacar el papel de la defensa. De la misma forma que en otras ocasiones hemos criticado a los componentes de la línea defensiva, en esta ocasión han estado sobresalientes. Con el permanente peligro de las incursiones de Silva y Villa, la línea de cuatro rayó a gran nivel, siendo la gran "culpable" de que el marcador quedara a cero. En el lado opuesto, habrá que colocar a la delantera : da la sensación de que lo de Alfaro empieza a tener un componente psicológico y la imagen frente a Víctor Valdés se repitió hoy con César. Seguro que el onubense saldrá del bache y nos dará alegrías, que no hay que perder la fe.
Termino en mi línea, con un canto al optimismo, porque este equipo a nivel de sensaciones demuestra ser un primera, sólo falta que lo demuestre en el plano clasificatorio ganando partidos.
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