Han pasado ya dos meses desde el aterrizaje de Santi Toledo en el cargo de director general del Tenerife Baloncesto y ya se está empezando a ver el buen hacer del grancanario. El club ha estado navegando sin rumbo en muchos aspectos en los últimos tiempos y hacía falta un profesional que tomara las riendas del día a día de la institución. Por varios motivos, la imagen y las noticias que daba el club no eran demasiado buenas, y me consta que se está trabajando duro para solucionarlo. Santi es ese rostro amable que necesitaba el club blanquiazul, y además cuenta con el valor añadido de ser de la vecina isla ( que nos ha dado una lección baloncestística en los últimos años ) y por tanto, no estar "contaminado" por las continuas guerras cestistas, ni por los múltiples y variados "reinos de taifas" existentes en nuestro baloncesto insular.
Santiago aglutina en su cargo la coordinación de varias áreas del club, sin perder de vista lo deportivo. He dicho en varias ocasiones y lo manifesté en la mesa redonda del lunes, que fue un error dar todo el poder deportivo del club al entrenador del primer equipo en la etapa de Rafa Sanz, y creo necesaria más que nunca la figura de un director general, con poder decisión en las áreas claves del club. Por cierto, que en lo deportivo, me parece un enorme acierto la incorporación de un joven entrenador y preparador físico, Pablo Melo, que ha estado en los últimos años en el Gran Canaria. Quédense con el nombre, porque dará que hablar en nuestra isla.
Estoy seguro que la marca Tenerife Baloncesto es vendible, y sobre todo la imagen de sus jugadores y en eso tiene que trabajar el club. ¿ A que todos nos quedamos con aquello de "Llévate a Antoine Barbour a tu casa por 60 euros " ? Pues seguro que Roe sería tan atractivo para una campaña publicitaria como el hoy jugador del Lagun Aro...
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