

La anécdota del vuelo estuvo en que parte de la tripulación, y sobre todo el piloto eran ... canariones. Sí señor, canariones de Las Palmas. Se puede imaginar la reacción del pasaje cuando el comandante saltó por los altavoces, comentando que todos somos hermanos canarios y que deseaba suerte al Tenerife y al equipo amarillo también. No contentos con ello, una de las azafatas, que debía ser de Telde o de Vegueta, comenzó a animar a la Unión Deportiva, aunque sabedora de lo que se le avecinaba y con buen rollo. Durante el vuelo aprovecho para dialogar con José Manuel Bermúdez, que al contrario que Álvaro Pérez viene sin chaqueta y con un polo muy chicharrero. Bermúdez prefiere ver el encuentro en la grada como un aficionado más, como en su día hicieron los siempre simpáticos Efrain Medina y Cristina Valido.
El ambiente en este desplazamiento es inmejorable y se respira un optimismo contenido ante la posibilidad de lograr un cuasiascenso en caso de victoria. La gente venía en el avión más motivada que nunca, empezando por la mujer del presi ( más elegante que nunca ) , siguiendo por alguna aficionada rubia que no ocultaba las cualidades con las que la madre naturaleza le ha otorgado, y terminando con los dos jóvenes aficionados que se sentaron a mi lado, que habían tirado de "visa" para estar con su equipo . Va por ellos este comentario y la victoria, que ojalá celebremos, en el agotador viaje de vuelta esta noche....
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