No quiso reconocerlo en la sala de prensa, y en parte yo era consciente de que el míster no se iba a colgar la medalla, pero Oltra, tuvo buena parte de "culpa" de la victoria blanquiazul. Hay mucha gente del fútbol, que dice que la famosa frase de Helenio Herrera es una solemne estupidez, pero lo cierto, es que el Tenerife jugó mejor con diez que con once. Se optó por no hacer cambios al descanso, a pesar de que la expulsión de Manolo llega en el tramo final de la primera parte, y con una simple reubicación de hombres sobre el campo se llevó la iniciativa en el primer tercio de la segunda, para recomponer definitivamente el equipo más tarde. Espero que los opinadores del fútbol que tanto han criticado a Oltra y que, en algún caso, le han machacado, sepan reconocer ahora los méritos del valenciano. Lo contrario, desde luego, no sería justo. El Tenerife, y por extensión su entrenador, quedaron al borde del precipicio después de las dos últimas derrotas y estos tres nuevos puntos, permiten afrontar el inminente y peligroso calendario con más optimismo. Levante, Real Sociedad, las Palmas y Zaragoza no van a ser rivales sencillos, y para llegar a Navidades en la parte alta necesitamos la UNIDAD de todos.
Son muchas la comparaciones que hacemos en los últimos tiempos entre el Tenerife de Benítez y el de Oltra, cualitativas y cuantitativas, de la plantilla y del nivel de la categoría, y en definitva, de aquel club presidido entonces por Javier Pérez y de éste con Concepción al mando. Yo diría que tienen dos características básicamente comunes. La primera, es que la cabeza pensante es Santiago Llorente. El padre de ambas criaturas ha puesto sus contactos y conocimientos, una vez más, al servicio de un fin, que es crear una plantilla con opciones de ascenso. La segunda, es que los dos proyectos han tenido un gran entrenador al frente. No quiero decir con esto, que Oltra vaya a entrenar a un grande de la premier league el año que viene, pero sí, que es un entrenador con trayectoria ascendente, que está en el sitio adecuado,en el momento adecuado. Y son, dos ingredientes interesantes en la misma cocktelera. Ahora sólo falta que entre todos la agitemos bien ( la cocktelera, se entiende ) y seamos partícepes de su dulce sabor a final de temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario