De paseo por la capital del reino se fueron medio millar de tinerfeños, buscando los tres puntos en el vetusto recinto de la calle Payaso Fofó, perfectamente embutidos en toda la parafernalia blanquiazul posible, y se encontraron con una partida de ajedrez entre entre dos "cerebros" que se respetaron en exceso desde el minuto uno. El Rayo fue capaz de dejar a cero a uno de los equipos más ofensivos de la categoría y el Tenerife dejo a cero a un equipo que no conoce la derrota en su campo. El partido fue tan trabado, que apenas se notó la inferioridad numérica tras la expulsión de Marc Bertran.
A pesar de que mi admirado Alberto Molina, que en su día pisó en múltiples ocasiones el césped vallecano, repitió varias veces en la transmisión de la Cadena Cope, que el campo no es tan pequeño como parece, a mi desde la cabina me parecía un futbolín, tal y como cantó la afición chicharrera en la previa . Y así, era realmente difícil . Ricardo no encontraba espacio para poner en marcha esa fuerza centrífuga que le hace girarse cual compás buscando sus inconfundibles diagonales, Alfaro estaba asfixiado entre Diamé, Enguix y todo el que con una franja diagonal roja pasaba por allí, y Nino parecía Tom Hanks con barba en una isla desierta. Con esos condicionantes el espectáculo tenía fecha de caducidad, y el partido se convirtió en un descenso hacia un final cuyo guión estaba cerrado previamente : el cero a cero.
Conclusión : visto lo visto, el punto no es malo, aunque todos o casi todos, fuéramos ambiciosos a priori y el cuerpo nos pidiera una victoria a modo de puñetazo sobre la mesa. Ocasiones para ello no nos van a faltar que nos queda La Romareda y Anoeta, además de recibir al Xerez. La única certeza en todo esto es que sufriremos hasta el final , porque el reprise y la dinámica que llevan los cinco primeros es de pujar con garantías por el ascenso y si no , que se lo pregunte al Hércules y a sus ¡ 8 ! goles . ¿ Quién era el equipo más ofensivo de la segunda división ?
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