Con letras mayúsculas, GRACIAS. Por muchas razones. Primero por tu amor desinteresado a un club, el Tenerife Baloncesto, que lleva el nombre de nuestra isla y que algunos quieren enterrar. Pero también por tu perenne gesto amable, porque jamás has pronunciado un NO, cuando se trataba de dar la cara, en las duras y en las maduras, porque en los momentos difíciles siempre fuiste el rostro amable. Por tu talante y por tu incansable esfuerzo por ayudar al club que quieres, gracias de verdad, y mucha suerte amigo.
2 comentarios:
Manolo...¿que vamos a decir de el? Yo lo conozco hace muuuucho tiempo...El deporte tiene que agradecerle su entrega, generosidad, las horas y días impagables de dedicación al baloncesto y sobre todo... su diplomacia y talante a la hora de enfrentarse a los problemas. Le nace y hace de su saber estar y caracter conciliador (incluso ¡desesperante para los guerreros!) una huella en todas las personas que lo conocen.¡Lo hemos comprobado!Y desde luego su sonrisa (igual a la de alguien a quien conocimos bien...) es su mejor carta de presentación en los buenos y malos momentos.
Ahora los amigos y la familia tenemos la "esperanza" de recuperar un poco más su tiempo...
El Club lo va a echar mucho de menos.
¡Suerte para encontar alquien de sus características! porque ...¡¡lo van a tener difícil!!
El mismo individuo que se "ha cambiado de acera" sin reparo alguno...otro, por favor.
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