Dejando de lado la “polémica por cuestiones horarias” ( que gracia me hace lo de las medidas de seguridad en domingo por la mañana ), el partido me resulta particularmente incómodo. El clásico siempre tiene condicionantes diferentes, se sale de la normalidad, y provoca un debate sobre el encuentro en sí, más allá de los objetivos globales de la temporada. La meta de este Tenerife es no pinchar bajo ningún concepto en las fechas que quedan en el Rodríguez López y ganar fuera todos los puntos que se pueda. Pero el derby se sale de la lógica natural de un partido entre uno de los líderes y un equipo que coquetea con el descenso. Se mueve en otros parámetros, y eso , lo único que puede traer consigo es una distracción sobre el objetivo real. Esperemos pasarlo con nota, y centrarnos en el ascenso en el último mes y medio.
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