LLEGO EL CLASICO

Llegó el derbi, el gran clásico del fútbol canario . Trayectorias diametralmente opuestas, casi antagónicas se entrecruzan en una cita muy diferente a las demás fechas del calendario. Un equipo de triste figura y torcido andar en el campeonato, el amarillo, frente a una isla entera que ya se siente de primera división y que respira y rezuma euforia por los cuatro costados. Pero no nos confundamos, ni perdamos el sentido de la orientación. Esta no es la batalla ni la guerra del C.D. Tenerife, salvo en la medida de que es uno, de los últimos y definitorios diez partidos. Está bien que queramos pasar por encima de un rival, que representa muchas cosas más allá de una contienda deportiva. Está bien que queramos machacar, en el sentido más deportivo del término, al representativo de esa isla que osa arrebatarnos la hegemonía de estas siete islas ultra periféricas. Pero esa circunstancia no nos puede nublar la vista y distraernos del objetivo del ascenso, ese vocablo mágico que está en mente de todos, y que puede quedar soslayado si nos contentamos con banales piques entre las dos ínsulas mayores de este archipiélago.

Nosotros a lo nuestro, que es ser de primera en dos meses, y este quipo que está enfrente, es uno de la zona baja que viene a visitarnos. Es imposible obviar que la historia de un clásico se escribe con renglones diferentes, moviéndose en el terreno de las sensaciones, en parámetros y claves muy diferentes a los demás encuentros. Pero a pesar de ello, aquí se trata de ganar sólo un partido, para poder decir aquello de “ ya sólo quedan 8 semanas”.

Mención muy especial en este comentario de Lunes para la afición blanquiazul. Los que estuvieron en Donosti y los que se quedaron. Sobresalientes y espectaculares. El fin de semana puso de manifiesto la simpar identificación entre equipo e hinchada, de principio a fin : en la salida, en el avión en el partido, en el hotel…. Y al regreso a casa. Es imposible no emocionarte cuando presencias algo así. Yo de momento, ya me voy preparando. El sábado, 22.900 almas llenarán el teatro de los sueños blanquiazules. Sólo serán tres puntos pero a fe, que será una de las tardes más bonitas y emocionantes de nuestras vidas.