Se nos ha ido Quico. Se nos ha ido el presidente del club más laureado del deporte canario, y un hombre querido por todos. Resulta muy difícil recoger en unas cuantas líneas estos años años de convivencia, con un hombre siempre afable y predispuesto al diálogo con todos. Me quedo con el último abrazo que nos dimos el 29 de octubre con motivo de su proclamación como hijo adoptivo de la isla de Tenerife. Abrazo sincero de un hombre que rebosaba orgullo por los cuatro costados al recibir tan merecida distinción. En la revisión mental de la cinta de estos últimos nueve años de convivencia en el fragor de la información deportiva, muchas anécdotas salpican mi memoria. Mi primer viaje con el equipo a Estambul ( para mí fue impactante ver como Quico nos sentaba a comer a los periodistas en la misma mesa de las jugadoras) , el día que ganamos en Francia al Cannes, la primera final four con victoria incluida, el programa del Tirachinas que a nivel nacional protagonizó junto a Mauricia Cacciatori...
Se nos ha ido una gran dirigente y gestor deportivo. Se quedó con la espinita del fútbol, etapa en la que intensificamos nuestra relación, pero por encima queda la persona y su obra. Hasta siempre amigo, no te olvidaremos.
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