¡ QUÉ ALGUIEN HAGA ALGO EN ESTE C.D. TENERIFE !

Hemos tocado fondo.Sí, nos visitaba el líder, el intratable Betis, pero lo que hemos visto esta tarde va más allá de lo permisible, con situaciones y actitudes individuales que desprestigian y tiran por tierra el trabajo del colectivo. Miguel Concepción y todo su equipo no pueden esperar ni un día más. El vacío de poder es injustificable en el área deportiva de un club que navega a la deriva camino de segunda B. Porque el descenso a la categoría de bronce es ya una realidad que está ahí y que nos ahoga. Esto no es un mal comienzo, ni una mala racha.

Estamos últimos, en el parón navideño, ¿ Y que hace el club ? El presidente calla, no da explicaciones a los accionistas y aficionados, no toma la iniciativa, espera al 3o de junio para echar a un director deportivo cuyo ciclo está ya terminado, espera a que ese mismo director deportivo que tiene que reunirse con el gerente, le diga si hay que fichar o no fichar en el mercado invernal y parece que no es capaz o no quiere o no sabe dar un puñetazo encima de la mesa y empezar a tomar decisiones de calado.

El director deportivo, calla , da al gerente un protagonismo injustificado en decisiones deportivas de enjundia, come en "El Duque", aguanta los gritos del Heliodoro pidiendo su marcha, cuida a los medios que no le critican y es según el presidente, el único responsable de que el Tenerife no fiche ( ¡ Voto a Bríos!). Tampoco da el puñetazo sobre la mesa.

El gerente, calla ( para siempre, claro ), come en "El Duque", permite que se le haga un daño irreparable al equipo al aplazar el partido del Granada y no jugarlo ese mismo lunes, vuelve a comer en "El Duque", toca las narices a los pequeños accionistas que como buenamente pueden reunen 115 acciones para acudir a la junta para evitar que acudan a la misma, y participa en decisiones deportivas, ante la absoluta pasividad del consejo de admintración, osea Miguel Concepción. Tampoco da el puñetazo sobre la mesa, porque no es el encargado de darlo y porque a lo mejor tendría que dar alguna entrevista o rueda de prensa, y ya se sabe que eso es muy díficil y un muy mal trago.

Y por último, nos queda el entrenador. Un gran tipo Mandía, que se merecía haber llegado a la isla en otro momento de la historia de nuestro club y cuyo problema posiblemente sea ese, que es demasiado buen tipo, y quiere mantener un discurso tan políticamente correcto, que no es creible. Otro en su lugar, un Martín Marrero, un Amaral, habría dado ya ese puñetazo encima de la mesa, y habría pedido reforzar la plantilla, públicamente o de forma privada.

Al final, la conclusión es que nadie hace nada. El presidente espera que el director deportivo le proponga, el entrenador dice que lo suyo es entrenar y que no ha preguntado por el tema, ni le han preguntado tampoco ( veremos si es verdad ) , al director deportivo nadie le quiere, pero es que tendría que fichar y tampoco habla ni mueve ficha, y el gerente.... el gerente come en "El Duque" y toca las narices a los pequeños accionistas. Resultado : una auténtica desidia por parte de todos. Nadie toma decisiones, nadie corta la hemorragia ni para la deriva deportiva de la institución y siguen pasando las jornadas. Aquí hacen falta movimientos ya, hay que moverse con criterio entre las aguas movedizas y que no tiemble el pulso. ¡ Por Dios, hagan algo !