Más que nunca me siento orgulloso de nuestro equipo. Sé que la tabla clasificatoria no entiende de sensaciones, pero nadie nos quitará la primera parte que ejecutó el Tenerife el sábado en ese gran circo romano de la Castellana que es el icono de las megainstituciones del universo futbolero. Sea o no por la ausencia de Kaka, un humilde equipo tinerfeño pasó por encima de todo un Real Madrid. Oltra dió una lección táctica, los jugadores la aplicaron como nunca y los 1000 chicharreros que se arrinconaban en ese fondo norte sacaban pecho recordándole al Madrid que le faltan dos ligas.
El problema es que al conjunto merengue hay que sujetarle los 90 minutos . Sólo un minuto de respiro abre la puerta a la inspiración individual de alguna de sus megaestrellas galácticas. Unos super jugadores, que en ningún caso necesitan la ayuda de una árbitro cobarde y casero, que tira para el grande de turno y machaca al pequeño. Medio equipo blanaquiazul amonestado y perdón para el holandés Drenthe que clavó sus tacos en la tibia del nuestro capitán para privarnos de sus incursiones por banda derecha en los próximos 120 días. ¿ Sobreviviremos a las bajas de Ricardo, de Marc y de Juanlu ? La respuesta en las próximas semanas.
1 comentario:
Me gusta mucho este comentario con el que estoy totalmente de acuerdo.
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