Lo de anoche no fue un paso atrás. Digamos que es un traspiés esperable, dentro de la buena línea de un equipo, que va a llegar a 50 puntos, y que en ese camino, quiere la estadística que se tropiece en algún campo. Todo dentro de la normalidad, aunque si no hubiera sido por ese fatídico minuto 66, ahora estaríamos hablando de un puntito conseguido.
Escribo estas líneas antes de que se juegue la jornada de esta tarde de miércoles, y por tanto ignoro si caeremos ( gracias a Las Palmas ) de nuevo entre los cuatro últimos. Pero de ser así ( que espero que no ) estoy convencido de que será una situación meramente coyuntural, y que la línea de continuidad del equipo nos llevará a una zona tranquila más tarde o más temprano.Eso sí, me produce cierta intranquilidad el rival del próximo lunes. El Barça, si se lo propusiera y el reglamento le dejara, podría acabar jugando con dos equipos en primera, y la buena marcha del Tenerife pasa por seguir respondiendo en casa, así que mucho ojito con lo del lunes de Carnaval, que no ganando fuera, el margen de error en la isla es mínimo.
Lo que es de guasa es lo del robo en el hotel. Que en pleno siglo XXI y en un hotel de cuatro estrellas pasen estas cosas tiene difícil explicación. Como para volver allí el próximo año...
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