Indignación mayúscula. Eso es lo único que puede sentir un buen tinerfeñista en el día de hoy. Tanto en el estrato institucional, como especialmente en el deportivo, el C.D. TENERIFE presenta claros síntomas de atravesar un proceso de descomposición que en primer término, parece llevarnos irremediablemente y en una lenta agonía desde la primera división hasta la segunda división B, y quien sabe, si a una obligada desaparición ante la incapacidad de sobrevivir económica y estructuralmente en las tercera de las divisiones del fútbol español.
La fractura existente hoy en el vestuario blanquiazul es patente a la vez que sonrojante, lo que unido a la evidente falta de compromiso por parte de algunos futbolistas comienza a ser sangrante y ofensiva para los que queremos a este club y nos quedaremos aquí después del desastre. La pelea ayer en el vestuario entre Julio Álvarez y Ricardo, la incomprensible y sancionable ( por el club ) autoexpulsión de Beranguer, la patada de Marc Bertrán a Dubarbier, y mas situaciones que no han salido a la luz pública, son sólo una muestra de donde está el virus que está atacando lo más profundo de nuestro disco duro, hasta estar a punto de borrarlo del todo.
Con todo ello, lo peor ha sido la pasividad desde el callejón del Combate, las decisiones erróneas, repito desde la campaña en primera hasta hoy, la incapacidad para saber manejar los tiempos, y la nula confianza, una vez más, en la gente de nuestra tierra. ¿ Es Pier sólo un "chico" que se acaba de sacar el título de director deportivo ? ¿ Tiene algo que envidiarle a Juanjo Lorenzo ? ¿ No había hueco en el club para los Amaral o Martín Marrero ? De una vez por todas, este club debería funcionar con un consejo de verdad, un órgano colegiado, con su propio consejo asesor, y no con un presidente rodeado de consejeros que sólo sirven para aparecer en la foto de vez en cuando, y que deja hacer y deshacer a un gerente que muchos no entienden que hace todavía ahí.
Señores, aquí hacen falta decisiones. Sin que tiemble el pulso. Si ha llegado el momento de apartar futbolistas, habrá que apartarlos. Si ha llegado el momento de entrar en el vestuario y cortar el problema de raíz, habrá que hacerlo, sin que tiemble el pulso. Pier y Cristo Marrero lo hubieran hecho mirando a los ojos a los futbolistas. ¿ Lo harán los actuales responsables del C.D. TENERIFE ?
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