Contento con el punto, desilusionado con el juego del equipo. Ese es mi estado de ánimo en este momento tras lo ocurrido ayer en Zorrilla. Empate a errores, empate a despropósitos defensivos, entre dos equipos que disputan la competición, con permiso de la Premier, más exigente del mundo. No deseo que nadie me tache de pesimista, pero desde la tranquilidad que da el haber remontado el encuentro, y con la demostración de coraje del equipo en la segunda mitad, no podemos obviar los errores de la primera parte. Unos errores que no hacen otra cosa que reafirmar que este equipo tiene evidentes y urgentes problemas defensivos que solucionar.
La defensa hace aguas, y sobre esto, se puede entrar en numerosas disquisiciones de por qué ocurre. Yo tengo mi particular teoría : el problema empieza por delante de la zaga, en el medio campo, por la ausencia de un auténtico medio centro defensivo ( ¿ será por eso que Oltra dejó en el banco a Román Martínez para alinear a Míkel ? ) , ausencia que condiciona todo el trabajo defensivo del equipo. Ese mediocentro destructor bien pudiera ser Manolo Martínez, pero el entrenador se empecina en ubicarlo como central, con los resultados que hemos visto. La opción podía ser válida en segunda, pero en primera donde la velocidad y habilidad de los delanteros está a años luz de los de la categoría de plata, deja un enorme agujero por el centro. La tercera clave la tenemos en el lateral derecho, con la ausencia de un Bertrán que acaba con el tópico de que no hay nadie imprescindible. Pues sí, Bertrán ha demostrado que sí lo es, a juzgar por los resultados en su prolongada ausencia, con un Aitor Núñez que parece no contar, con dos centrales reconvertidos con calzador a la banda e incluso un interior como Juanlu.
Sobre esta tres patas se cimenta el desequilibrio defensivo del Tenerife. ¿ Se solucionará fichando un central en el mercado invernal y con la vuelta de Bertrán tras su lesión ? Sólo el paso de las jornadas nos aclarará las dudas.
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