
Se repite la historia. Nueva final de una competición mundial o europea y Mario
Pestano se viene abajo. No se trata ya de exigir una medalla, la cuestión se ciñe a estas alturas a que un
discóbolo que presenta como mejor marca 69.50 se quede en un triste 62.27. Y siempre cuando el nivel de presión de la competición es el máximo.
Después llegan las pruebas menores, los mítines de final de temporada y logra buenas marcas y grandes resultados. Pero como hablemos de una final olímpica, europea o mundial la situación se torna gris, muy gris . Una pena lo este
aronero y su psicología. Si fuera más echado "
palante" y tuviera más carácter otro gallo cantaría . Parafraseando a
Oltra, éste si que no es competitivo.
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