Nada que objetar a lo que hoy hemos visto en el Heliodoro. Hemos estado a punto de vivir otra gran noche en el estadio y nos faltó muy poquito para ello. El derroche físico y de cojones ( no se me ocurre otra forma mejor de expresarlo ) sobre el terreno de juego de estos profesionales, es innegable. Sólo un acierto de Asenjo atajando una pena máxima ejecutada por Nino nos privó de la victoria. Pero fue una tarde de sensaciones diferentes, de volver a sentirnos definitivamente grandes en el olimpo de los dioses primerdivisionarios, de volver a ganarnos el respeto de los distantes medios de comunicación de la capital, y de demostrarnos a nosotros mismos que podemos seguir consolidando a este equipo en primera.
No podemos olvidar que enfrente teníamos, a pesar de los pesares, a un excelente equipo con un Forlán que cada vez que la pillaba se mascaba el peligro, un doble pivote demoledor con Asunsao y Cleber Santana y dos bandas peligrosas con Simao y Maxi. Un equipazo, esté en crisis o no, que no pudo ganar en la isla. Y eso es mérito del Tenerife, de sus profesionales y de su entrenador , José Luís Oltra. A este equipo no se le puede reprochar absolutamente nada, sólo animarlos y estar a su lado. Hoy más que nunca, me siento birria y chicharrero.... de corazón.
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